lunes, 1 de agosto de 2011
Desde el mismo instante en que sus ojos, claros y brillantes como un cristal de nieve, se habían cruzado con los de ella, año atrás, la habían
condenado
a no poder amar jamás a ningún otro hombre.
- La emperatriz de los etéreos, Laura Gallego.
1 comentario:
Eli
dijo...
mui lindo!
2 de agosto de 2011, 9:30
Publicar un comentario
Entrada más reciente
Entrada antigua
Inicio
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Seguidores::
1 comentario:
mui lindo!
Publicar un comentario